viernes, marzo 31, 2006

CUBA Y EL LAVADO DE DINERO: ALTO DIRECTIVO SUIZO COMPARECE ANTE LA COMISION DE RELACIONES INTERNACIONALES DE LA CAMARA DE REPRESENTANTES DE LOS EU

TODO LO QUE LE IMPORTA A UBS ES HACER DINERO LO QUE MÁS PUEDA Y QUE VENDERÍAN SU ALMA POR HACERLO


Algunos representantes a la Cámara de EEUU quedaron ayer descontentos por lo que consideraron una actitud evasiva de un alto directivo de la Unión de Bancos Suizos (UBS) quien se negó a ofrecer detalles sobre una operación que le permitió al gobierno de Cuba ''lavar'' $3,900 millones.

Bajo una fuerte artillería de preguntas de los miembros de la Comisión de Relaciones Internacionales de la Cámara, Michael Herde, gerente general y jefe de la unidad de cumplimiento de la ley de UBS, se limitó a admitir que fue un error, pero evadió explicaciones sobre cómo se llevó a cabo la operación.

''Quedó claro para mí y mis colegas que todo lo que le importa a UBS es hacer dinero lo que más pueda y que venderían su alma por hacerlo'', dijo la congresista Ileana Ros-Lehtinen. Ros-Lehtinen agregó que UBS ha ignorado en los últimos años los requerimientos congresionales con excusas y 'usando eufemismos como `fallas' y 'deficiencias' para justificar sus acciones.
( Congresista Ileana Ross-Lehtinen )-- >
''Una vez más hoy ellos se han negado a admitir que sus transacciones con Castro... fueron ilegales'', agregó.

Entre los testigos que intervinieron durante la audiencia se encontraban el ex fiscal de Manhattan, John Moscow, quien dirigió la investigación que resultó en la condena de Dennis Kozlowski, presidente de la corporación TYCO y Arthur Middlemiss, fiscal y jefe de la división de investigaciones de la División Central de las Oficinas del Fiscal Federal para el Condado de Nueva York.

''Yo diría que algunos de los miembros de la comisión no quedaron muy complacidos con las respuestas dadas por el señor Herde'', dijo un asistente de otro congresista que participó en el debate y que pidió no se identificado. ``Fue muy evasivo''

En mayo de 2004, UBS admitió una multa de $100 millones impuesta por el gobierno de Estados Unidos por permitir que países como Cuba, Irak, Libia y Yugoslavia, utilizaran un programa internacional de la Reserva Federal de Estados para la sustitución de billetes de dólares en mal estado.

Valiéndose del programa y con la ayuda de empleados de UBS, el gobierno de la isla logró introducir al sistema bancario internacional un total de $3,900 millones, una operación que la congresista Ros-Lehtinen ha caracterizado como ''lavado'' de activos.

Además de permitir la operación, UBS ofreció un privilegio adicional a Cuba, esto es, que en lugar de billetes nuevos, el gobierno de la isla recibiera transferencias cablegráficas en bancos de varias partes del mundo.

Al contar con la aprobación de la máxima autoridad monetaria de Estados Unidos, las divisas de Cuba quedaron así libres de las leyes del embargo.

''UBS actuó en forma inaceptable'', afirmó Herde ``Algunos de nuestros empleados se involucraron en transacciones de dinero que estaban sujetas a las sanciones de Estados Unidos. Nosotros lamentamos esas fallas''.