domingo, julio 30, 2006

HIJA DE RAUL CASTRO REFUTA QUE HAYA EXISTIDO EN CUBA PERSECUCION ALGUNA CONTRA LOS HOMOSEXUALES DESPUES DE LOS PRIMEROS AÑOS DE LA DECADA DEL SESENTA

LA MALA MEMORIA DEL REGIMEN ES PROVERBIAL

HIJA DE RAUL CASTRO REFUTA QUE HAYA EXISTIDO EN CUBA PERSECUCION ALGUNA CONTRA LOS HOMOSEXUALES DESPUES DE LOS PRIMEROS AÑOS DE LA DECADA DEL SESENTA

Máximo Tomás
Dept. de Investigaciones
La Nueva Cuba
Julio 29, 2006




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Mariela Castro nunca ha leído los acuerdos del Segundo Congreso de Educación y Cultura (1971)
que desataran intensas olas represivas y costaran empleos y negación de acceso a carreras universitarias a miles de cubanos en la década de los años setenta o las deportaciones forzosas de los 80 cuando el Mariel
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En lo que ha sido tradición del régimen cubano, la maquinaria mediática de propaganda de la policía política cubana continúa afanada, persistente, incansable en reciclar y reconstruir la historia de Cuba y del mundo.

Estas facetas del castrismo son ecos copiados al carbón de Rebelión en La Granja del escritor británico George Orwell. El que hoy se levanten en Cuba estatuas a parias musicales del pasado -como los Beatles- se llame accidente a una masacre -la del Remolcador 13 de Marzo- y que se lleven a cabo homenajes a intelectuales que murieron en el ostracismo y el acoso a nadie que sigue los asuntos cubano llama a engaño ni sorprende.

Mariela Castro Espín, directora del Centro Nacional de Educación Sexual --->

Otro buen ejemplo de ese reciclaje oportuno e inmoral de la historia tuvo lugar durante la Conferencia Internacional de Derechos Humanos de Gays, Lesbianas, Bisexuales y Transgéneros que se realizó en Montreal, Canadá, como preámbulo a las olimpiadas gay, denominadas Outgames. Al evento asistió una delegación del régimen, sobre lo cual La Nueva Cuba había informado previamente.

En este contexto, no dejó de llamar la atención la presencia de la delegación cubana representada por la sobrina de Fidel Castro, Mariela Castro Espín (hija de Raúl Castro Ruz, el segundo hombre en importancia en el gobierno de la isla), directora del Centro Nacional de Educación Sexual, quien expuso el trabajo desarrollado en favor de las personas transexuales de su país.

La pregunta era inevitable, pero Mariela salió de inmediato al paso: "no hay represión a los homosexuales en Cuba, lo que existe es una reacción sociocultural como la hay en otros países". Según su dicho, el Partido Comunista Cubano (PCC) reconoció como un error la persecución realizada en los años 60 contra esas personas población y la disposición de no aceptar a los homosexuales en puestos directivos del partido y del gobierno que se dio una década después. Sin embargo tal reconocimiento nunca se ha hecho público.

Tampoco Mariela Castro parece haber leído jamás los acuerdos del Segundo Congreso de Educación y Cultura (1971), que desataran intensas olas represivas y costara empleos y negación de acceso a carreras universitarias a miles de cubanos en la década de los años setenta. Muchos no tuvieron otra alternativa que ir a la agricultura porque al mismo tiempo impusieron la ley contra la vagancia e instituyeron el "estado peligroso" o la "peligrosidad preventiva", que permitía a las autoridades enviar a sus víctimas sin encausamiento, o juicio a trabajos forzosos en el campo. Por supuesto que borrada de la memoria histórica quedaron las deportaciones forzadas de millares de homosexuales y lesbianas en 1980 durante el éxodo masivo del Mariel y el cómo autorizaron a quienes se declaraban homosexuales -aunque no fuese ello cierto- el permiso de salida del país, ya que declarar esa condición les hacía automáticamente indeseables en la sociedad castrista.

Sobre los decretos fascistas del Segundo Congreso de Eduación y Cultura (1971) sólo puede decirse que de facto siguen en vigencia ya que el régimen jamás los ha abolido, al menos oficialmente. Estos decretos no sólo estaban dirigidos contra los homosexuales, sino igualmente contra los "diversionismos ideológicos". Muchos profesionales e intelectuales cubanos fueron perseguidos en cumplimiento de esos decretos. Sin embargo, tal rectificación nunca fue pública, se trató de una "cuestión interna", respondió la hija de Raúl Castro en referencia a las persecuciones de la década de los años 60. Pero según ella la nomenklatura cubana ahora está de acuerdo en que no se pueden cometer los mismos errores, añadió. El por qué nunca se haya hecho una "recitificación pública" ni el régimen admitiera sus injusticias, jamás fue aclarado por la hija del sucesor designado por Fidel Castro.

Por supuesto que los periodistas presentes totalmente desinformados por la maquinaria de propaganda mejor financiada del planeta carecían de la información suficiente, ni nadie se atrevió a mencionar el nombre de Reynaldo Arenas u hechos posteriores que pueden atestiguar que las persecuciones contra los homosexuales cubanos no se limitaron a unos años de la década del sesenta como el régimen pretende hoy recostruir la historia y que aún hoy persisten de manera más veladas, no sólo contra las preferencias sexuales, sino contra toda disención o cuestionamiento a la dictadura.