sábado, abril 30, 2011

Esos raros comunistas ricos. Salvador Allende

Nota del Bloguista

Actualmente una de las hijas de Allende ha pedido esclarecer la muerte de su padre. Se dice que una de las dos hijas de Salvador Allende que se suicidaron en Cuba, específicamente la casada con Luis Fernández Oña, alias Tirofijo, se suicidó al conocer que Allende había sido matado por personas de la guardia personal.

Se lee en:
http://es.wikipedia.org/wiki/Archivo_Mitrojin

¨El Chile bajo la presidencia del marxista Salvador Allende (1970-1973) le proveyó de información de inteligencia a la Unión Soviética, a través de sus propios emisarios en los países latinoamericanos.

También reorganizó la inteligencia chilena de acuerdo a directivas sugeridas por el KGB. El historiador Christopher Andrew argumenta que el apoyo financiero que recibió Allende a través de los canales extraoficiales del KGB probablemente tuvieron un papel decisivo en la final victoria parlamentaria del chileno, luego de las reñidas elecciones presidenciales de 1970.10

De acuerdo al libro, Allende hizo una solicitud personal de dinero soviético a través de su contacto personal, el oficial del KGB Svyatoslav Kuznetsov, quien había llegado urgentemente a Chile desde la ciudad de México para ayudar a al mandatario chileno. La asignación original de dinero para esas elecciones era de 400.000 dólares estadounidenses, y un subsidio personal de 50.000 USD directamente otorgados a Allende. Andrew argumentaría que esa ayuda del KGB habría sido un factor decisivo, ya que Allende logró ganar por un margen muy estrecho, de sólo 39.000 votos, de un total de 3.000.000 de sufragios. Después de las elecciones, el entonces director del KGB Yuri Andrópov obtuvo permiso para una partida adicional de dinero y otros recursos del Comité Central de PCUS para asegurar la victoria de Allende en el Congreso (ya que no había ganado por el margen de votos necesario como para autoproclamarse presidente de la República).

En su solicitud del 24 de octubre, declaró que el KGB "llevará a cabo las medidas designadas a promover la consolidación de la victoria de Allende y su elección como presidente del país".

En su archivo del KGB, se dice que Allende "declaró su voluntad de cooperar de manera confidencial y de proveer la asistencia necesaria [al organismo de seguridad e inteligencia soviético], ya que él se consideraba amigo de la Unión Soviética. Gustosamente compartiría información..."11¨
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Esos raros comunistas


Por Tania Díaz Castro


Santa Fe, La Habana, 28 de abril de 2011, (PD) Allá por la década del sesenta del siglo pasado un amigo me llevó en su auto a recorrer Santiago de Chile, los suburbios y su barrio más aristocrático. En este último nos detuvimos ante la bella casa del poeta Pablo Neruda y luego en la del comunista Salvador Allende, la que más me impresionó Mi sorpresa no tenía límites y le solté a mi amigo aquella pregunta que aún puedo repetirla, sin duda alguna: ¿Comunistas ricos?

Pues sí -me respondió mi amigo-, en el mundo hay muchos comunistas ricos, sobre todo aquellos que llegan al poder. Pero lo peor de todo es cuando tienen mentalidad burguesa.

¿Cómo asimilar en aquellos momentos la respuesta de mi amigo? Con el paso de los años pude comprenderla mejor.

Lo peor no eran las residencias, que pudieron haberlas heredados de sus abuelos o sus padres, sino que tuvieran mentalidad burguesa.

A Neruda, entonces, ni siquiera lo salva su admirable y honda poesía. A Salvador Allende -1908-1973-, tampoco lo salva su trágico suicidio en el Palacio de la Moneda.

El que fuera su jefe de escolta, el chileno Max Marambio, condenado en ausencia hoy en Cuba a 20 años de cárcel por asuntos de dinero, dejó dicho en su libro Las armas de ayer, publicado en La Habana en 2008, que en vez de comunista o marxista, Allende fue un socialista utópico, porque no se sentía orgánicamente integrado a una clase, a la que en realidad no pertenecía.

En su libro hace hincapié en la personalidad burguesa del político chileno: “Al mirar, no sólo ladeaba la cabeza como un zorzal, sino que en el ambiente político de Chile se sentía como un caballo de raza metido en un potrero con un grupo de pingos”.

Comenta con admiración sincera como Salvador Allende gustaba de beber whisky después de las comidas, gracias a los diplomáticos cubanos que lo abastecían, ya que en Chile era difícil conseguir esa bebida.

“Vestía siempre muy elegante”, narra Marambio, “propio de los rezagos aristocráticos de su clase. Usaba ropas de marcas muy costosas, preferiblemente blancas, como por ejemplo, chaquetas tweed, suéteres Burberrys de alpaca, corbatas originales y pañuelos de seda china para el bolsillo superior de la chaqueta. Incluso gustaba de alfombras persas donde poner sus pies”.

Para lograr las mejores combinaciones tenía a Gaby, una empleada que lo ayudaba mañana, tarde y noche, a vestirse y para completar su felicidad, como cualquier buen burgués, moderno y liberal, tenía a Miriam Contreras Bell (1928-1999), veinte años menor que él, muy bella y más conocida como La Payita, su secretaria y amante y la única persona que lo vio momentos antes de quitarse la vida, en su despacho presidencial.

Las lujosas mansiones de ambos, llamadas María y Allende, se comunicaban por un patio común, al que se ingresaba de forma secreta por una puerta ubicada en la esquina de las calles Jorge Isaac y Guardia Vieja. En la primera vivía Allende con su esposa y sus hijos y en la segunda, la señora Contreras con su esposo y sus hijos.

La Payita fue, sin duda, el gran amor de Salvador Allende, un hombre, según sus biógrafos, de grandes virtudes y grandes defectos, tan enemigo de la violencia política que muy probablemente nunca miró con buenos ojos que bajo su corto mandato la embajada cubana llegara a convertirse en un verdadero búnker, con un gran arsenal bélico y más de 119 personas, entre ellas, 43 miembros de las Tropas Especiales al mando del entonces capitán Patricio de la Guardia.

Antes de quitarse la vida, salvó de la muerte a su amante, ordenándole que se marchara de La Moneda. Según cuentan, esta mujer le fue fiel hasta morir a los 74 años, en Chile.
vlamagre@yahoo.com
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Tomado de http://eichikawa.com


Allende y la KGB



Por Arnaldo M. Fernández


El Guatón, resucitó aquella riflexión de Castro el Viejo sobre Las armas de ayer(2008) y enseguida un lector de este blog puso en solfa el atributo colgado a Salvador Allende Gossens: «presidente elegido por el pueblo», que parece haber merecido menos que este otro: «el más importante contacto confidencial de la KGB en América del Sur», como se sigue del Archivo Mitrokhin.

A poco de haber ganado tan solo el 6% de los votos en las elecciones presidenciales de 1952, como candidato del Partido Socialista, Allende fue contactado por Svyatoslav Kuznetsov, el oficial LEONID de la «inteligencia política» de la KGB. Para los comicios siguientes (1958), Allende encabezaba el Frente de Acción Popular (FRAP) y quedaba en segundo lugar por sólo 35 mil votos. Hacia 1961 sus contactos con la KGB se volvieron sistemáticos, a través de la «misión comercial» soviética en Chile. No fue agente, pero sí contacto con su nombre codificado y todo: LÍDER.

Allende contribuyó al establecimiento de relaciones diplomáticas entre Chile y la URSS (1964), pero ese mismo año salió peor en las elecciones: Eduardo Frei terminó sacándole más de 400 mil votos de ventaja. Y la KGB empezó a pasar los informes del Partido Comunista chileno sobre la filiación masónica de Allende, sus inclinaciones burguesas y otros defectos, como «arrogancia, vanidad, deseo de gloria y obsesión de estar a cualquier precio en el centro de atención». Ni qué decir de la puyita «tiene a Mao Zedong en el mismo nivel que Marx, Engels y Lenin». Así y todo, la «izquierda» chilena no contaba con mejor líder para las elecciones de 1970 y en derredor de Allende se formó la coalición Unidad Popular (UP), mientras que la «derecha» dividía sus votos entre los candidatos de los partidos Nacional y Demócrata Cristiano.

La Casa Blanca ordenó no apoyar a ningún candidato en particular, pero autorizó a que la CIA pusiera casi medio millón de dólares en contra de Allende. Richard Helms vislumbró el desenlace de aquella tentativa de beat somebody with nobody. LEONID andaba por México y fue enviado de nuevo a Chile, donde la KGB agregó al fondo inicial de campaña ($400 mil) unos $50 mil más para el propio Allende, así como otras sumas para propósitos puntuales, como desanimar a otros candidatos de «izquierda» para no dividir el voto. El Partido Comunista chileno aportó $100 mil adicionales.

Nadie ganó en las urnas (septiembre 4, 1970), pero Allende (36.3%) sobrepujó al nacionalista Jorge Alessandri (34.9%) y al demócrata cristiano Radomiro Tomic (27.9%). Por ley, la contienda tenía que dirimirse en el pleno del Congreso y el jefe de la KGB, Yuri Andropov, pidió enseguida $30 mil más para asegurar la victoria de Allende. Así fue (octubre 24, 1970).

LEONID se encargó inmediatamente de convencer a Allende para reorganizar las fuerzas armadas y servicios de inteligencia. Hasta metió la cizaña de que el nuevo embajador de los EE.UU., Nathaniel Davis, era oficial de la CIA. Allende le regaló un reloj Longines a LEONID, en prenda de gratitud, y este satisfizo el deseo de Allende de «uno o dos iconos» para su colección privada. Los contactos entre ambos se arreglaban por la secretaria personal y presunta amante de Allende, Miria Contreras, a.k.a. La Payita, que también tenía su código KGBino: MARTA.

Desde luego que la inteligencia castrista metió sus narices. Sus oficiales cundían entre la guardia presidencial privada de Allende (Grupo de Amigos del Presidente). Una hija de Allende, Beatriz (Taty) supervisaba su seguridad personal y estaba casada con el seguroso cubiche Luis Fernández Oña, a.k.a. Tirofijo.

La KGB siguió tocando con limón a Allende: $30 mil (octubre de 1971), $60 mil (diciembre de 1971)… Pero un miembro del Comité Central del PCUS, Alexandre Basov, fue nombrado embajador (junio de 1972) y acaparó la relación con LÍDER. No obstante, LEONID supo arreglárselas para coincidir con Hortensia y Beatriz Allende en el sanatorio de Barvikha (diciembre de 1972) y mantener el contacto directo de la KGB con Allende. Solo que las visitas recíprocas de Nixon a Moscú y Breznev a Washington en 1972 forzaron ya a que Andropov recalcara: «Los Estados Unidos nos permitieron actuar en Polonia y Checoslovaquia. Debemos recordarlo. Nuestra política en América Latina debe ser cautelosa».

Los informes de inteligencia indicaban ya que el gobierno de Allende corría riesgo de malograrse cuando las elecciones al Congreso (marzo de 1973) dieron 44% del voto a UP y 56% a la oposición, a pesar de que se habían destinado (febrero 7, 1973) $100 mil de los fondos de reserva de la KGB para «medidas activas» contra la injerencia de la CIA.

Sobrevino entonces la intentona (junio 29, 1973) del grupo extremista Patria y Libertad, complotado con oficiales del Segundo Regimiento Blindado. La columna golpista marchó sobre el centro de Santiago con estricta obediencia de los semáforos. Incluso uno de los tanques se detuvo a rellenar en una gasolinera. Allende agudizó aún más la tragicomedia: exhortó a los trabajadores a movilizarse hacia el centro de la capital para «defender a su gobierno». No lo hicieron, y esto llamó la atención de la CIA, de Augusto Pinochet Ugarte y de la KGB, que ya se quejaba de la indiferencia de Allende frente a la amenaza de golpe de Estado.

-Nota: Tras la caída de Allende (septiembre 11, 1973) el líder del Partido Comunista chileno, Luis Corvalán, y algunos ministros de Allende fueron apresados y trasladados a la isla de Dawson. La KGB planeó acciones de rescate. Un barco mercante soviético enfilaría por el Estrecho de Magallanes y a 15 kilómetros de la isla despegarían comandos en 3 ó 4 helicópteros con la misión de liquidar a la guarnición, liberar a Corvalán y los demás, llevarlos hasta un submarino que esperaba cerca y hundir los aparatos en alta mar para no dejar rastro. Se manejó también secuestrar a un gorila de la Junta Militar o algún pariente de Pinochet para cambiarlo por Corvalán, pero los planes se desecharon al cambiarse Corvalán por el disidente soviético Vladimir Bokovsky.

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Tomado de http://eichikawa.com

Chile-URSS: Relaciones Inciertas


Abril 21, 2010

Tomado http://www.cepchile.cl

Chile-URSS: Relaciones Inciertas. Versiones de Nikolai Leonov, ex general Vice Director del KGB y Edward Korry, embajador de Estados Unidos en Santiago entre 1967 y 1971, sobre los lazos de la desaparecida Unión Soviética con nuestro país

Ximena Hinzpeter (autor)


Contenido

General Leonov Leonov: "Los rusos hicieron lo máximo que pudieron hacer (por la Unidad Popular). (...) No se puede decir que los dejamos a merced. Aparte de la ayuda política, moral, se le dio crédito (...). Un crédito a petición de Salvador Allende para enviar armamento aquí, lo pedía él, lo pedía creo que Prats".

Se trataba de "un crédito que nunca nadie pensaba cobrar después" y cuyo "monto total (...) de ciencia cierta, (...) fue de 100 millones de dólares (de la época)". El armamento habría sido enviado a Chile en "dos o tres barcos (...) y la fecha de salida (...) fue a mediados de julio de 1973". Pero el asesinato del edecán naval Araya el 26 de julio del 73 cambió el rumbo de esos barcos.
General Julio Canessa Canessa: "Es probable que el Estado Mayor haya considerado estas compras; mi jefe directo, que era el general Guillermo Pickering, siempre nos dijo que necesitábamos en forma imperiosa comprar material (...). El decía que era fundamental que le diéramos credibilidad al Gobierno con nuestra actitud absolutamente imparcial y profesional, como hemos sido siempre, y que no alentáramos especulaciones sobre golpes, porque si no, (el Gobierno) no nos iba a comprar material".

Ex embajador de Estados Unidos en Santiago (1967-1971), Edward Korry Korry: "El 31 de marzo de 1973 el general Prats, que visitaría Moscú en mayo, sostiene que los soviéticos están dispuestos a facilitar a los chilenos ‘lo que necesitemos, incluido armamento de último modelo’. Prats reconoce que ya no puede declinar la oferta y, obligado a aceptarla, no escogería las armas más complejas, por diversas razones(...). El registro de comunicaciones demuestra a todas luces que Allende (con los cubanos en Santiago y Castro detrás de él) trató personalmente de convertir a las Fuerzas Armadas chilenas en una organización que dependiera de Moscú".

Permitida su reproducción en conformidad al artículo 38 de la Ley 17.336 sobre Propiedad Intelectual. Derechos reservados Centro de Estudios Públicos © Santiago, Chile, 2009.

2 Comments:

At 2:11 p. m., Blogger tenteenelaire said...

...Es mas interesante cuando un comunista es burgues, no creo que el dinero tenga que ver con tus ideales ni tampoco la cuna. Este blog es bastante ignorante y sin fundamentos concretos de nada!

 
At 10:56 p. m., Blogger PPAC said...

En este post de Baracutey Cubano todos los artículos ( ninguno de los cuales fue escrito por el Bloguista) y la Nota del Bloguista están fundamentados; lo único vagamente fundamentado en ese post es su comentario sobre el blog.

Usted plantea algo tomado de las excepciones de la regla y no de la regla al escribir ¨... no creo que el dinero tenga que ver con tus ideales ni tampoco la cuna ¨. Por cierto, ni esa afirmación suya está fundamentada o argumentada por argumentos concretos ni abstractos.

 

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