jueves, junio 30, 2011

Fusilamientos. Sobre lo sucedido en Cuba el 29 de junio de 1959.

Nota del Bloguista

El único fusilamiento sancionado en los legítimos tribunales de Justicia de la República de Cuba después de instaurada la Constitución de 1940 y hasta el 1 de enero de 1959, fue el del espía alemán Heinz August Luning, ciudadano alemán nacido en Bremen, que fue fusilado en los fosos del Castillo del Príncipe el 10 de noviembre de 1942, durante la II Guerra Mundial. En la república cubana nacida en 1902 y antes de 1940 solamente conozco un sólo caso de fusilamiento sancionado en los legítimos tribunales de Justicia de la República de Cuba que fue el del soldado Luis Cabrera Monterrey por el asesinato del Cabo Crespo, perteneciente a la tenencia del escuadrón número 21, de la Guardia Rural del municipio de Guanajay, con los agravantes de premeditación, alevosía, astucia, nocturnidad, insubordinación, ensañamiento. etc.. Fue fusilado el 6 de julio de 1925 en la ciudad de Pinar del Río en la propia Calle de Retiro, fuera del Cuartel ¨Ravena¨, Cuartel situado en la calle Retiro y la calle Cuarteles.

Durante la lucha contra el régimen de Fulgencio Batista, en la Sierra Maestra y la Sierra Cristal el Ejército Rebelde comandado por Fidel Castro fusiló a campesinos y presuntos chivatos en parodias de juicios que no tenían las mínimas garantía procesales y en las que las sentencias ya estaban dictadas antes de comenzar. El Che Guevara llegó a decir que ante la duda de la inocencia o la culpabilidad, se tenía que aplicar el fusilamiento. Esas parodias o mascaradas de juicios siguieron al triunfo de la Revolución el 1 de enero de 1959.

El Castrismo no sólo ha fusilado a personas inocentes sino también ha fusilado a personas que utilizaron los mismos métodos que uso el Castrismo para hacerse del poder por la violencia y por lo que los revolucionarios del M-26-7, y de otras oorganizaciones, recibieron por los Tribunales de Justicia cortas condenas o, después de presentado el recurso de Habeas Corpus, el pago de una fianza para su excarcelación, después de la cual pasaban a la clandestinidad, iban para las montañas o para el Exillio. El caso de los hermanos Castro y los Moncadistas es el ejemplo más elocuente ya que después de usar la premeditación y la nocturnidad para vestidos con uniformes militares de la República (Por cierto: cuando la invasión de Playa Girón, Fidel Castro tuvo la desverguenza de criticar que los aviones de la Brigada 2506 estuvieran pintados como los aviones de la Fuerza Aérea de los Castro :-) ) atacar y matar a soldados. Fidel tuvo la más larga condena : 15 años, pero él y todos los Moncadistas no llegaron a cumplir los 2 años en una cómoda prisión política que hasta el propio Fidel calificó de centro vacacional o algo parecido.

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Tomado de http://eichikawa.com


Viaje a la semilla (1959) Junio 29


Por Gustavo Silva
junio 29, 2011


La pena de muerte se estira. El Gobierno Revolucionario conmina bajo pena capital a los delitos contrarrevolucionarios y aquellos que lesionen la economía nacional o la hacienda pública. La víspera un tribunal revolucionario pinareño había sancionado a muerte al súbdito inglés Alfredo Louis, por conspirar contra el gobierno, pero en escena dostoievskina se suspendió la ejecución cuando Louis se preparaba para ir al paredón, al llegar la orden del Estado Mayor del Ejército Rebelde.

La Constitución de 1940 había prohibido la pena de muerte, salvo a los miembros de las Fuerzas Armadas por delitos de carácter militar y los culpables de traición o de espionaje en favor del enemigo en tiempo de guerra con nación extranjera (Artículo 25). El Gobierno Revolucionario usó de inmediato su potestad constituyente para levantar esta prohibición y proceder a fusilar a los criminales de guerra batistianos. La reforma constitucional dispuso, además, la retroactividad de la ley penal y la confiscación de bienes como sanción accesoria para numerosos delitos.

(Frank Sturgis o Frank Fiorini en los primeros días de enero de 1959 posando encima de la tumba colectiva abierta con equipos mecánicos y en la que enterraron a más de 7o fusilados cuando todavía estaban vivos. La premura en sancionar, fusilar y enterrar a esos 70 hombres provenían de órdenes de Raúl Castro. Frank Fiorini estuvo implicado y sancionado en el caso Watergate. En el film “Querido Fidel: la historia de Marita”, de Wilfried Huismann. (“Lieber Fidel: Maritas Geschichte”, “Dear Fidel: Marita's Story” sobre los amores de la joven alemana Marita Lorenz con Fidel Castro, lo vinculan a un plan de asesinato del Presidente John F. Kennedy y su presencia en Dallas el día que fue asesinado JFK. En Cuba la tiranía plantea que en Cuba antes de 1959 Sturgis estaba vinculado a la Mafia y a la CIA. Comentario del bloguista de BC)

Raúl Castro empezó (enero 10, 1959) a fusilar a más de 70 en Santiago de Cuba. Al cabo la Ley Fundamental (febrero 7, 1959) siguió la rima de que «no podrá imponerse la pena de muerte», pero convalidó las excepciones ya establecidas. A los culpables de traición o espionaje y miembros de las Fuerzas Armadas se habían sumado los integrantes de los cuerpos represivos de la tiranía, grupos auxiliares organizados por ella, grupos armados privadamente organizados para defenderla y aun los confidentes, todos por delitos cometidos en pro de la instauración o defensa del régimen de Batista. Según el sociólogo Juan Clark (Cuba, mito y realidad, 1990), 485 personas fueron fusiladas durante 1959 y otras 146 condenas a muerte que no fueron ejecutadas. El Archivo de Cuba registra más de 5 700 fusilados bajo el castrismo. La mayoría traen su causa de que Castro apretara las clavijas contra alzados e infiltrados durante la guerra civil (1960-65) y más allá. Los actos contrarrevolucionarios habían sido entresacados de los delitos contra la seguridad del Estado previstos en el Código de Defensa Social (1936). El nuevo Código Penal (1979) adecuó la represión de la contrarrevolución a los tiempos de paz. En todo caso Castro siempre tuvo la última palabra para decidir entre la vida y la muerte. Así como perdonó a Eloy Gutiérrez Menoyo y Rolando Cubela, mandó a liquidar a Humberto Sorí y William Morgan. Ni qué decir de la pirueta jurídica para fusilar al general Arnaldo Ochoa, el coronel Antonio de la Guardia y otros dos oficiales involucrados en tráfico de drogas.

-Foto: Frank Sturgis posa (enero 11, 1959) sobre la fosa común de los fusilados en la Loma de San Juan © Latinamericanstudies.org

-Nota: La Ley No. 33 del Gobierno Revolucionario (enero 29, 1959) confirmó la vigencia del Reglamento No. 1 del Ejército Rebelde (febrero 21, 1958) y otorgó carácter supletorio al Código de Defensa Social (1936) y aun a la Ley Penal (1896) de la República en Armas, que sancionaba a muerte, además de por los clásicos delitos militares, por malversación de fondos públicos, agresión armada contra cualquier autoridad o funcionario público, diversas clases de homicidio, violación o rapto de una mujer y robo con violencia o intimidación. La pena de muerte se pudo aplicar entonces a 30 figuras delictivas básicas, que englobaban hasta delitos comunes cometidos por personas ajenas a la tiranía batistiana.

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Añadido por el bloguista de Baracutey Cubano

Tomado de http://baracuteycubano.blogspot.com


ENTREVISTA A JAVIER ARZUAGA, EX SACERDOTE FRANCISCANO Y CAPELLÁN DE LA PRISIÓN DE LA CABAÑA DURANTE LA DÉCADA DE LOS AÑOS 60

(FRAGMENTO DE UN PROGRAMA RADIAL DONDE PARTICIPARON:
Dr. Guillermo Toledo, Don Javier Arsuaga, Lic. Pino, Ing. Abascal, Lic. Enrique, Alfredo Melero, Dr. Cotto. )

Dr. Guillermo Toledo: El caso Luís Ricardo Grau que estaba muy enfermo.

Don Javier Arsuaga: Si estaba muy enfermo, yo no se la enfermedad que tenia, pero estaba muy enfermo sin embargo con una entereza, era educado en un colegio católico y el, se enfrento a la muerte tratando de revivir y crecer en la fe que había sido educado….

Y en realidad la noche que iba a ser fusilado junto con otros 6 compañero, me dieron la posibilidad de decir quien iba a ser el primero… el segundo así… yo lo elegías quien tenia mejor preparación.

Le digo a Luís Ricardo Grau: Me va a perdonar pero te dejaré para lo último y mientras tanto ve comunicando tu fe y tu fortaleza a los demás.

Todos morían con una entereza tremenda… y cuando le llego el turno a Luís Ricardo Grau, aun lo veo, aun veo la estampa, no lo puedo olvidar, la estoy viendo:

Oí el… ¡Pelotón atención, preparen, apunten, fuego!

A la palabra fuego, en todos los casos todos se desplomaban, Luís Ricardo Grau que era tan delgado, tan frágil, seguía de pie… le dispararon el tiro de gracia y solo entonces se desplomo.Yo no vi, si le habían atravesado 6 balas o no… pero sin balas o no era para estar muerto, estaba muerto y de pie.

Lic. Pino: Padre usted que vivió los fusilamientos allí, que llovían a granel, la muerte de esas personas ¿era inmediata?

Dr. Guillermo Toledo: Voy a leer un párrafo del libro de Don Javier Arsuaga que quizás conteste esta pregunta y es de un impacto tremendo:

No recuerdo su nombre era un sargento de la policía, de cuerpo robusto de poco hablar, llegaba al paredón junto con otros 4 compañeros coacusados de los hechos de Humbolt 7 en donde perdió la vida Juan Carlos Carbo Servia.

Como lo veía el mas fuerte y el de animo mas sereno, le dije que sus 4 compañeros serían fusilados primeros que el. así fue que dispuse como otras noches el orden según los vieras, mejor o peor apertrechado para ese momento.

Desde la posición en que estábamos, los otros no podían ver nada, pero si oían las voces de mando que ordenaban hacer fuego, era horrible, pero era inevitable.

El Capitán Alfonso era el jefe del piquete esa noche, como a todos le dije al condenado que nos tomaríamos los minutos que nos parecieran para charlar, fumar, rezar lo que el quisiera.

Conversamos unos minutos y procedimos a hacer los ritos de despedida, el beso a la imagen de cristo en su cruz, el abrazo, el que dios te acompañe. Me hice a un lado.

El Capitán Alfonso dio la orden, se desplomó el cuerpo, nos acercamos, no estaba muerto, el moribundo seguía gimiendo y gritando: Padre, Padre…

Visiblemente asustado el Capitán Alfonso, no procedía a aplicarle el tiro de gracia, me agite y con señas le apremie que hiciera lo que tenia que hacer.

Sin inclinarse hacia el moribundo, quien sabe si con los ojos cerrados disparo y no se sabe adonde fue a parar la bala, el moribundo seguía gritando: Padre, Padre.

Se agolparon alrededor del moribundo Duque Estrada y otros Oficiales mientras el moribundo seguía gritando: Padre, Padre…

Le dije a Duque Estrada: Ya se cumplió la pena de fusilamiento, ya se cumplió la sentencia… llévenlo a un hospital.

Duque Estrada respondió: No, el fue condenado a morir y tiene que morir aquí.

El Capitán Alfonso disparo otro tiro de gracia, otra bala perdida y seguían los gritos del moribundo: Padre, Padre.

Agarré a Alfonso por la muñeca y acerqué lo que mas pude la mano a la cabeza del moribundo… le grite: dispara ya… dispara ya.

Disparó y el moribundo estremeció su cuerpo, con la respiración entrecortada, temblando le di la extremaunción, le dije: Descansa en Paz.

Me retire sin despedirme de nadie.

El Padre Estanislao Sedupe que se quedaba dormido todas las noches, con un libro en las manos, lo desperté: Quiero confesarme, he matado un hombre.

Me pregunto: ¿Que has dicho?

Le costó mucho trabajo tranquilizarme, lo logró muy a media, subí a la azotea del convento a llorar.

Lic. Pino: Terrible testimonio.

Dr. Guillermo Toledo: Padre yo no se si usted desea comentar este hecho que a mi me estremeció.

Don Javier Arsuaga: Yo creo que hice lo que debía diciéndole a Duque Estrada que lo llevaran a un hospital, pero no, no fue condenado a la pena de fusilamiento, fue condenado a morir y entonces sabía yo lo que iba a seguir... más sufrimiento del moribundo.

Dr. Guillermo Toledo: Hay un señor del que usted habla en su libro, un norteamericano Herman Mart.

Don Javier Arsuaga: Bueno Herman Mart había estado con Fidel Castro en la Sierra Maestra, era un matón, uno de esos de armas enfermas, asesino nato, que había sido condenado en Estados Unidos y que había escapado de la Justicia. El al parecer ligaba muy bien las palabras revolución y muerte, revolución y sangre.

En la Cabaña cayó en su ambiente, porque en realidad por ejemplo al Capitán Alfonso le era difícil dirigir al Pelotón.

Pero llegó este americano y decía: Encantado como no, a matar gente.

El día en que debía morir a Luís Ricardo Grau me grito contento: Padre, Padre, hoy tenemos 7.

Como si me estuviera invitando a un banquete. Era horrible, a uno le da vergüenza tener que haber tratado a gente así.

Lic. Pino: Esa es la revolución humanista de Fidel Castro.

Ing. Abascal: Padre, yo le voy a hacer un comentario de una anécdota de un Sacerdote que se llama Becha Berbe.

Mi Padre era uno de los principales lideres de la resistencia cívica en Santiago de Cuba, en mi casa estuvo escondida dos veces la perra de Vilma Espin, posiblemente mi Padre le salvo la vida.
El día en que Raúl hace todos aquellos fusilamientos en el Valle de San Juan en el que manda a matar a más de 70 personas, ese día al amanecer el Padre Becha Berbe se encontraba en el corredor de mi casa sentado en un sillón. Mi madre se asustó mucho y fue a verlo y le dijo: Padre que le ha pasado, ¿que hace aquí?

El Padre Becha Berbe que era de piel morena, era árabe, pero estaba blanco como el papel, mi madre le decía: ¿Padre que le ha pasa?.

El Padre Becha Berbe le contesto: No puedo violar los secretos de confesión, pero están fusilando inocentes.

Usted sabe Padre que nadie va a decir una mentira en confesión antes de morir.

Don Javier Arsuaga: Yo en realidad no confesé a nadie y no lo hice precisamente por esa razón, por saber la verdad.

Unas de las biografías de Ernesto Che Guevara y cuando habla de el Che Guevara dice: El capellán Javier Arsuaga que confesaba a los prisioneros, dijo esto y dijo lo otro, diciendo como que yo estaba revelando secretos de confección y yo me libré de eso desde el primer momento, no confesé a nadie. Por lo que no pude revelar secretos de confesión

Dr. Guillermo Toledo: Veamos este caso Padre de este niño, de este muchacho, que usted escribe en su libro:

Ariel Lima fue condenado a muerte, lo mantuvieron como una semana en la galera de la muerte, apenas hablaba, vivía enajenado, vació de si mismo, perdida la mirada, como ausente de lo que le estaba pasando, los demás prisioneros lo veían tan niño, tan solo, tan necesitado, le prometí que hablaría con Ernesto Che Guevara e intercedería por el.

Fui a hablar con Ernesto Che Guevara y el me dijo que eso lo decidía el Tribunal de Apelaciones quien decidía eso y me pregunto por que debía anular la sentencia.

Le dije: Por dos razones, una por sentimiento humano por sus solo 16 años, la segunda por sagacidad política, porque al otro día de la muerte de este niño, la prensa mundial, en Estados Unidos, América Latina y Europa hablaría de que la revolución cubana carecía de sentimientos y que juzgaba por igual a adultos que a menores y que esto muy poco beneficiaria a la revolución.
Inútil, a mas compasión que se le pedía al Che, con mas crueldad respondía. En la vista se decidiría.

Fui a la vista de apelaciones, el Che sabía por qué estaba allí. La vista apenas duro media hora… ratificada la sentencia, sería fusilado aquella misma noche.

Cuando termino me vio en la puerta saliendo con su comitiva, me dio un saludo y salio.

En su camino a la Comandancia… una mujer corrió al frente de ellos y se postro en el suelo delante de todos ellos. Alguien le dijo: Es la madre de Ariel Lima…

Le dijo: Le recomiendo que hable con el Padre Javier Arsuaga, es un maestro consolando.
Me miro y en tono burlón me dijo: Es suya.

Le ayudé a levantarse del suelo y le aconsejé que se retirara a su casa le dije: Señora trate de superar su tragedia y de seguir viviendo sin su hijo, encomiéndese a Dios. Nunca mas vi a esa mujer….

Esa noche odie al Che.

Dr. Guillermo Toledo: Padre que nos puede decir de Ariel Lima.

Don Javier Arsuaga: Ariel Lima era un muchacho revolucionario, lleno de sueños, lucho contra Batista. Los de Batista, lo torturaron para que hablara… nunca lo hizo, hasta que un día… esto el me lo contó de sus propios labio, le dijeron: Tú vas a hablar…

Le llevaron a su madre y delante de el, la comenzaron a desnudar y le dijeron: Tú sabes lo que vamos a hacer con ella…

Cuando el muchacho vio efectivamente lo que estaban haciendo, el muchacho hablo y naturalmente dijo que querían que dijera.

Naturalmente nunca salio del cuartel y cuando triunfa la revolución nunca mas salio del cuartel porque había traicionado a sus compañeros y entonces lo enviaron a la Cabaña. No era ni de uno ni de otros, estaba solo, no tenia amigos, era una tristísima figura y estaba tan enajenado que no se daba cuenta que lo estaban fusilando.

Dr. Guillermo Toledo: Nos queda un testimonio del caso del Capitán del ejercito de Batista José Castaño, un hombre muy culto, que hablaba 5 idiomas, usted atendió José Castaño, el no tenia las manos embarradas de sangre, no cometió ningún hecho de sangre, solo que José Castaño, era un hombre que conocía todos los vericuetos del comunismo en América Latina, estaba a cargo del Buró de Represión de actividades comunistas, tenia información y documentos de esa actividad en diferentes partes del mundo y eso no se lo perdonaron. La mayoría de los testigos del juicio eran militantes comunistas, acusándolo de cosas que realmente no cometió, no le probaron ningún hecho de sangre, tengo entendido que solo una señora lo acuso de haberla violado, era una total mentira, esa misma señora después testifico en otro juicio contra el artista famoso en aquella época, Manolo Fernández y también dijo mentira.

Lic. Pino: Un comentario, este Señor José Castaño, tenía información con relación a los miembros del partido comunista en Cuba e incluso de organizaciones izquierdistas, información que logro sacarla de Cuba antes que la tiranía de Fidel Castro ocupara el poder y eso fue lo que provoco el fusilamiento.

Don Javier Arsuaga: José Castaño era un hombre muy culto, muy versátil, creía en cuestiones esotéricas, creía en la magia negra en la magia negra, era un hombre muy interesante en su conversación, pero no tenia fe cristiana.

Entonces era muy respetuoso en su conversación y desde que cayó en la galera de la muerte me dijo:

Se que se reza aquí y demás, yo no me opongo a nada, pero le voy a pedir un favor, no se meta conmigo ni mi fe, déjeme tranquilo.

Entonces le lleve a un amigo mío, Profesor de filosofía y estuvieron toda una tarde conversando. Cuando llegó la hora del juicio desde luego lo condenaron a muerte y en el juicio de apelación el Che Guevara decidió que le fusilaran aquella misma noche.

Esa misma noche, cuando yo le iba a informar a José Castaño de que sería fusilado, se me acerca Duque Estrada y me dice:

Padre acompáñeme tenemos que ir a ver Fidel Castro para que pare esta ejecución.

Nunca me dijo por que quería hacer eso, un abogado me dijo que al parecer habría un canje de prisioneros con Estados Unidos… cosa que nunca creí.

Fuimos a ver a Fidel Castro, estaba dando uno de sus interminables discursos y nos pusimos a un lado y en un intervalo del discurso nos acercamos y le dijo lo que pedía y Fidel Castro cuando esta en trance de sus discursos no oye a nadie se oye así mismo y dijo: Esta bien esta bien.

Yo fui a la Cabaña y le dije a José Castaño: Fidel Castro ha dicho esto, al parecer el dueño de la vida, te regala un día más de vida.

Cuando termino el discurso de Fidel Castro a eso de las 3 de la mañana, vinieron a buscarme pregunté ¿que decidió el Che?… dijo que lo fusilaran.

El Che Guevara había ordenado que nadie fuera fusilado sin que yo estuviera presente, al parecer se había corrido la voz de que yo los hipnotizaba, de que yo los llevaba hipnotizado y que por eso todo era mas fácil, cosa que no era verdad y esa noche José Castaño estaba en el Paredón solo y a un lado los del pelotón fumando y conversando.

Llegue yo y me dije: Que le voy yo a decir a este hombre, que le he sembrado esperanzas.

Me acerqué a el y el me dijo: No se preocupe Padre, yo se como son, yo los conozco bien… ¿es allí donde se fusila verdad?

Le dije que si, en el poste aquel. Poste a propósito en el que nadie se tuvo que atar de los 55 fusilamientos que yo asistí.

Me dice: Pues vamos para allá.

Y cuando estábamos en la despedida yo me acordé que él me dijo, no me hable de fe ni de cristo ni de Dios.

Me dice: Padre, quiero pedirle un favor, usted sabe que yo no tengo fe, pero se que voy a morir y no se que hay del otro lado, Padre por favor… ¿podía prestarme su fe para morir?

Me quedé seco. Rezamos un Padre nuestro, beso el Cristo, me separé y con los ojos muy abiertos, muy abiertos mirando a Cristo, escuchó las voces de mando y cayó al piso.

Lic. Enrique: Padre usted que participó en todos estos eventos tan dolorosos, estas personas que formaban el pelotón era los mismos o se rotaban, ¿cuántos eran?

Don Javier Arsuaga: Eran 6 y se rotaban, eran miembros de la tropa de Ernesto Che Guevara, guajiros de la Sierra Maestra.

Lic. Enrique: Yo quisiera preguntarle al Doctor Cotto, Doctor en Psiquiatría, solamente por tener una breve idea que le pasa por la mente a esas personas que hicieron eso, que les pasa por la mente, que tienen que llevar dentro, toda la vida, esa experiencia.

Doctor Cotto: Bueno lo que sucede es que la dinámica o la psico-dinámica que se aplican los que aprietan el gatillo, es el simple hecho que están cumpliendo ordenes, para ellos es una orden que le da un superior, son guajiros actuando como soldados de la revolución, en realidad ellos no cargan conciencia de culpa.

Alfredo Melero: Es verdad lo que dice el Doctor, porque familiares míos que estaban preso en Boniato me lo decían a mi, especialmente uno que fue Capitán del Ejercito Rebelde en la Sierra Maestra, el Capitán Fido Avalo, que estuvo preso por 12 años en Boniato, estuvo enfermo en el Hospital que estaba afuera de la prisión, pero muy cerca de donde estaba el pelotón que fusilaba… y el me contó a mi, que cuando no había fusilamiento parecía que se enfermaban y cuando había fusilamiento empezaban a tocar música sacra para todo el presidio para atormentar a todos los presos y que entonces se alegraban