martes, agosto 30, 2011

CARTA ABIERTA DE MIGUEL SIGLER AMAYA A PABLO MILANÉS POR COSAS QUE DICE EN SU CARTA ABIERTA A EDMUNDO GARCÍA


CARTA ABIERTA DE MIGUEL SIGLER AMAYA A PABLO MILANÉS



En su reciente carta abierta al comentarista Edmundo García, por un artículo escrito por este comentarista la semana pasada donde supuestamente lo ataca a usted personalmente, usted no pierde tiempo para descalificar y desacreditar, una vez más, a los desterrados políticos, GLORIAS DE CUBA Y AHORA DEL EXILIO CUBANO, con un juego de palabras cantinflescas, en un fracasado intento de confundir a la opinión publica internacional.

Aunque no soy miembro de la prestigiosa y respetable organización, bien llamada, VIGILIA MAMBISA, fui invitado por su director Miguel Saavedra, para el viernes 26 de agosto del corriente año asistir a una manifestación pacífica autorizada por la Policía de Miami en protesta por su presencia como cantautor en un concierto a celebrarse el sábado 27 de agosto, en el American Airlines Arena de esta ciudad.

En su carta abierta a Edmundo García, nos ataca directamente a los que participamos en dicho evento; nos acusa usted de ultraderecha Miamense, que no aceptamos reconciliaciones ni críticas, y que cuyo único neolítico gesto es romper discos con aplanadoras; que no sentimos amor, sino odio, rencor y desunión así como que no queremos al pueblo cubano ni de allá ni de acá.

Pablo, comenzaré diciéndote con mucho respeto, ya que no te considero un enemigo, sino, un adversario político no convergente, que soy cubano y patriota; amo a mi pueblo (a los de aquí y a los de allá) así como a la libertad y a la democracia. No me considero un hombre de ultraderecha, ni de ningún calificativo que durante mas de cinco décadas la tiranía Castro-Comunista ha usado para difamar sobre los cubanos que viven en el exterior de Cuba; soy un hombre libre de ideas y de pensamientos, sin ansias de poder; no siento rencor ni odio, ni revanchismo y mucho menos pienso en ajustes de cuenta, aunque confío ciegamente en la justicia, ya que esto es un fuerte compromiso con nuestros mártires y con todas las víctimas del comunismo Castrista. Con respecto a la reconciliación aconséjale a los Castro y a todos los que de una manera u otra tienen las manos manchadas de sangre y a los que los han apoyados (ya que tanta culpa tienen unos como los otros), que se reconcilien ellos primeros con su conciencia porque la tienen bañada con ríos de sangre de cubanos durante este más de medio siglo. Sobre la aplanadora te diré que es simbólicamente el caballo de Antonio Maceo, y la mandarria o martillo es su machete; la trituración de discos también es simbólica ya que ninguno de los presente nos gastamos ni un centavo en comprar uno de los tuyos. Nosotros aplastamos discos y usamos la palabra en protesta y en legitima defensa; ustedes allá en Cuba aplastan a las mujeres indefensas en presencia del pueblo para implantar el terror; las golpean, las arrastran, la humillan, usan como aplanadora a los mal llamados hombres robustos practicantes de varias artes marciales, las golpean con las manos y con las piernas, les ponen llaves de estrangulación, las desnudan, les gritan palabras obscenas, les hacen gestos inmorales con las manos, se bajan sus pantalones para mostrarles sus partes mas íntimas. Tú mejor que yo sabes a lo que están expuesto todos los opositores dentro de la Isla que deciden levantar sus voces. Todo esto, y más, si son considerados gestos paleolíticos en pleno siglo XXI, cavernícolas, prehistóricos e incivilizados; yo personalmente a usted Pablo lo considero un verdadero hombre del Neolítico, porque después de 52 años de dictadura sangrienta, sigues declarándote revolucionario de izquierda, socialista y comprometido con ese bárbaro régimen. No olvides que las protestas en las democracias son autorizadas, pacíficas y civilizadas, porque es un derecho que dan las Constituciones, Esto no es una sociedad cerrada donde una sola persona la dirige y controla, Pablo, aquí no les controlan y censuran las letras de las canciones a los cantantes, ni los obligan a pertenecer a un Partido, ni dar a gracias a la Revolución por su talento artístico. Los artistas de aquí viajan a donde deseen y ni el Partido ni los oficiales de la Seguridad del Estado, antes de salir a otro país se reúnen con ellos antes para orientarle la agenda a seguir, lo que deben decir y hasta donde deben decir, o sea, y en buen cubano: llega pero no te pases.

En mi opinión usted es un vocero del régimen, que cumple un objetivo político y no cultural, para, entre otras cosas, dar una prueba de normalidad dentro de Cuba, poniendo de sombrilla el cacareado Intercambio Cultural. El intercambio no existe y de cultura no tiene ni un granito de mostaza, Usted no representa la cultura del pueblo cubano; usted viene representando al régimen Castrista, que asesinó a la verdadera Cultura, las costumbres, la idiosincrasia, los valores, las tradiciones y la identidad de cada cubano, incluyéndote a ti, y quieres aparentar que con el tirano Raúl Castro hay ciertos aires de cambio.

Tus declaraciones en Miami carecen de valor, de honestidad, y de principios, ya que no tienes una definición clara y mucho menos convicción, mas bien me inclino a pensar que es un oportunismo de tu parte, no creo nada de lo que hablas, estas en el medio esperando hacia donde sopla el viento, ahora después de tanto tiempo vas a venir con ese puentecito, a impartirnos clasecitas de como debemos portarnos y como debemos ser, acusando a los que no piensan como tú, de radicales e intransigentes, Para ser buenos tenemos que creer en Dios y en el Diablo.

Pablo, veo que estas desorientado, los Comunistas te tienen casi loco, como se te ocurre decirle a Inmundo García, que no te hubiera extrañado verlo en esta enorme turba gritando ¡abajo!, ¡abajo!, donde sin duda alguna hubiera sido bien recibido. Estas delirando y viendo alucinaciones como Don Quijote de la Mancha, tanto él como tú significan lo mismo para nosotros, hasta donde tú quieres llegar, Yo personalmente, el que te escribe es Miguel Sigler Amaya, conozco perfectamente los métodos aplicados por los castristas; tu agenda y la de Inmundo están muy bien coordinadas entre sí para confundirnos y sea un poco mas creíble tus declaraciones, asesórate, pregunta, indaga que significa aquí en la Capital del Exilio Cubano ese elemento despreciable.

No hace falta que tu hagas algunas críticas pálidas en Miami a tu gobierno en La Habana para que sean publicadas en el diario oficialista Granma; no te hagas el extranjero, que tú mejor que nadie sabe que ese mismo espacio que ahora pregonas, desde hace 52 años de terrorismo de estado muchos cubanos dignos lo están exigiendo y a donde han ido a parar cada uno de ellos, mientras tu derrochabas tus talentos junto a Silvio Rodríguez en letra y música derretidos en elogios a la Revolución, al Socialismo y a Fidel, concientemente reclutando a jóvenes de toda la isla formando canteras de Jóvenes Comunistas en estas cinco décadas, castrando cerebros y envenenando las mentes, que dio al traste toda esta violencia y represión contra su propio pueblo y ahora eres un critico del mismo monstruo al cual ayudaste a alimentar sus entrañas.

Pablo, no mientas, tú nunca tuviste libertad de expresión; ustedes los socialistas les llaman libertad de expresión a rendirse a los caprichos de un tirano; esa libertad fue dedicar gran parte de tu vida a apoyar al régimen incondicionalmente, cuyo lema era CON LA REVOLUCIÓN TODO, FUERA DE LA REVOLUCIÓN NADA,

Pablo, Pablo, el amor no se demuestra Yendo a un conciertucho de orilla, y que te quede bien claro, que si ese pueblo dentro de Cuba anteayer decían no, y ayer decían tal vez, hoy dicen sí a la libertad, sí a la democracia, para acabar con ese sistema totalitario y con todos sus oportunistas vividores del cuento, de la mentira, de la doble moral y del doble rasero.

Por último, los integrantes de mi familia allá en Cuba, todos defensores de los Derechos Humanos, y por convicción anticastristas y anticomunistas, ya está sentados en el portal de sus casas para ver pasar el funeral de tu Revolución de izquierda y de tu Socialismo, que son, sin lugar a la duda los verdaderos enemigos del pueblo cubano.

Miguel Sigler Amaya