jueves, diciembre 27, 2012

Tania Quintero: La Navidad antes de 1959 en Cuba

Tomado de http://www.martinoticias.com


La Navidad antes de 1959

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La cena solía consistir en arroz blanco, frijoles negros, puerco asado, fricasé de guanajo, ensalada de tomate, lechuga y rabanitos, yuca con mojo y tostones de plátano verde.
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El cerdo asado, junto al arroz con frijoles y la yuca con mojo constituyen la comida tradicional cubana de fin de año.

Por Tania Quintero
diciembre 24
 2012

Antes de Fidel Castro y los barbudos tomar el poder, el 1 de enero de 1959, la llegada de la Navidad era un acontecimiento en todos los hogares, al margen del presupuesto doméstico y la categoría social. Nunca se dejaba de celebrar.

Las familias numerosas y de modestos recursos, como la mía, el 23 de diciembre llevaban un puerco, ya adobado, a la panadería más cercana para que se lo asaran. Los que vivían en las afueras, preparaban condiciones para asarlo en el patio.

En esa época, la década 1940-50, no se cenaba el 24 con bistec o una pierna de cerdo, como ahora se estila en Cuba, sino con un puerco asado completo, como el de la foto. Además, había la posibilidad de comprar las partes del animal que uno prefería, ya asadas, en los quioscos y timbiriches esparcidos por toda la ciudad, y que la inundaban con un sabroso olor a lechón asado.

También vendían pan con lechón, a 0.20 centavos. El pan de flauta era fresco, y luego de servidas las masas con sus correspondientes gorditos y pellejitos crujientes, el vendedor lo rociaba con un mojo de naranja agria, ajo y cebolla. Si a uno le gustaba el picante, le echaba un aliñado de vinagre con ají guaguao y pimienta de guinea.

El 23 era el día de los preparativos, de revisar si no faltaba nada o si había que comprar más. Entonces mandaban a los muchachos a la bodega de la esquina, a comprar más turrones, de jijona, alicante, yema o mazapán; nueces, avellanas, dátiles, higos...

Mis padres y yo siempre cenábamos el 24 en la casa de mi abuela Matilde, en Luyanó, barrio obrero en las inmediaciones de La Habana. Nos íbamos temprano, para ayudar en lo que hiciera falta. Como vivíamos cerca de Frutas Rivas, un almacén importador de frutas de California, frente al Mercado de Cuatro Caminos, llevábamos un cartucho grande con manzanas, peras y melocotones, que se ponían en una fuente en la mesa. En Nochebuena no se comían uvas: éstas se dejaban para despedir el año, el 31 de diciembre, a razón de doce por persona.

La cena solía consistir en arroz blanco, frijoles negros, puerco asado, fricasé de guanajo, ensalada de tomate, lechuga y rabanitos, yuca con mojo y tostones de plátano verde. Para beber, vino blanco o tinto para los adultos y refresco para los niños. De postre, dulce casero: coco rayado, mermelada de guayaba o cascos de toronja con queso blanco. Los turrones, nueces, avellanas, higos y dátiles se comían en la sobremesa. Al final, la imprescindible tacita de café.

El arbolito ocupaba un lugar especial en las salas de las casas. A veces les ponían algodón, para imitar la nieve. Debajo, más grande o más pequeño, el nacimiento o belén. En las tiendas vendían adornos navideños, importados de Estados Unidos o Europa, pero a la gente le gustaba decorar con flores de pascuas, común en los jardines cubanos en estos meses del año. Otra costumbre era el envío de tarjetas por correo y los intercambios de regalos.

Mis tres tías eran modistas; los dos tíos, carpinteros, y mi padre, barbero ambulante. Si a alguno se le presentaba un compromiso y no podía ir a cenar, tenía que pasar y disculparse con la abuela Matilde, una mulata que medía 6 pies y pesaba 100 kilos. Era la matriarca. Y para ella, Navidad, Nochebuena y Fin de Año eran citas obligadas para toda la familia.

Este post, de la periodista Tania Quintero, fue publicado originalmente en el Blog de Iván García y sus amigos.

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ALGUNOS COMENTARIOS DEJADOS

...y que pena recordar que enrique nuñez rodriguez, el escritor castrista decia que a Cuba le era mas tradicional una "caldosa" de barrio que el acostumbrado lechoncito asa'o...mira que la mierda hace metastasis!. *Solo falto decir en su articulo que el vecino que no hacia su puerquito por luto reciente o alguna enfermedad recibia una pierna de cada vecino y terminaba teniendo mas que los otros, al menos en mi Puerto Padre solo se comia despues del envio al necesitado...
Ricardo Rodriguez Bosch.
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Comentario del Bloguista

Lo mas triste es que ese gran escritor humorista sabia que lo que estaba diciendo no era cierto.
En La Habana y Pinar del Rio  todo el mundo de corazon  te brindaba comida, bebida, turrones, etc. Tenias que declinar muchas de esas invitaciones para no buscarte una indigestion o una bronca por no comer en tu casa por estar ahito de comida o borracho.

1 Comments:

At 1:08 a. m., Anonymous Anónimo said...

...y que pena recordar que enrique nuñez rodriguez, el escritor castrista decia que a Cuba le era mas tradicional una "caldosa" de barrio que el acostumbrado lechoncito asa'o...mira que la mierda hace metastasis!. *Solo falto decir en su articulo que el vecino que no hacia su puerquito por luto reciente o alguna enfermedad recibia una pierna de cada vecino y terminaba teniendo mas que los otros, al menos en mi Puerto Padre solo se comia despues del envio al necesitado... Ricardo Rodriguez Bosch.

 

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