martes, julio 30, 2013

Roberto A. Solera: HÉROES DE PIES DE BARRO

 HÉROES DE PIES DE BARRO


Por Roberto A. Solera
Editor Cubaenelmundo.com
Julio 29 de 2013



                                                                                                                                                               El mundo vive en el reino de los mitos. Estos son divulgados en forma continua por los medios de comunicación, que no son más que las tenazas de los que manejan los hilos del poder y que de forma sistemática y continua martillan sobre la conciencia y el área pensante de los cerebros ciudadanos.

De esa forma algo o alguien que no tiene valor para ser elogiado o ética pasa a ser el summa cum laude de un área del conocimiento, de la sociedad, de la política e incluso de la Historia. No importa el verdadero e intrínseco valor de algo o alguien, los medios de comunicación se encargan –por encargo—de hacerlo brillar sin importar si en realidad despide destellos de grandeza o de verdad o si sólo es como los planetas reflejo de los que dominan la política, las artes, las ciencias.

Dicen que un terrorista puede serlo para sus enemigos o patriota para sus partidarios. Quien hoy pone una bomba o mata inmisericordemente a otros, mañana pasará a ser paladín de la libertad, de la decencia de los preclaros luchadores por la libertad, insigne prócer o paradigma a imitar.

Los ejemplos abundan y aunque conocidos en su momento por sus congéneres sus defectos, errores o simplemente sus crímenes pasan al desván del olvido, muy a propósito si los interesados en que lo sean, se lo proponen.

Hoy un Mandela (foto de su época de terrorista) puede ser figura respetada y enaltecida por su lucha por el fin del apartheid en Sudáfrica y es cariñosamente recordado por sus conciudadanos. No se menciona su afán terrorista en contra del establecimiento político sudafricano ni se muestran los delitos por los cuales fue condenado a decenas de años. Mandela encabezaba desde 1961 el grupo denominado la Lanza de la Nación, brazo armado de la ANC que llevó a cabo múltiples sabotajes y ataques donde murieron incluso víctimas inocentes, tras Mandela advertir al gobierno sudafricano de cual serían las consecuencias de no aceptar sus demandas de una constituyente.

Del Mandela terrorista pasamos al dulce anciano estadista venerado por las masas de su país. No hay mención a los actos vandálicos perpetrados por la ANC que fueron apoyados por  su ex esposa Winnie en múltiples declaraciones y que aterrorizaron a sus compatriotas con las famosas llantas incendiadas colgadas al cuello de sus enemigos [Necklacing] que inmovilizaban sus brazos y le provocaba una horrible muerte, quien fue acusada y condenada por el secuestro de varios enemigos.

A Mandela nacido en 1918 en la Familia Real de los Thembu, se le dio el nombre de Rolihlahla ("el que causa problemas") al nacer. Años después se le llamaría "Madiba", el nombre de su clan. Hijo de Gadla, nieto de Mandela, bisnieto de Ngubengcuka (Rey de los Themba en el territorio de Transkei, provincia del Cabo Oriental). Revolucionario izquierdista anti-apartheid, y aliado del partido comunista sudafricano, prisionero en Robben Island de 1964 a 1990 y Premio Nobel de la Paz en 1993 asi como Presidente de Sudáfrica de 1994 a 1999.

En la biografía de Mandela, que fue bautizado en Inglaterra como Nelson y quien estudió en los mejores centros educativos de Gran Bretaña y de su propia patria, Sudáfrica, titulándose como abogado y miembro del Colegio de Abogados, no se perfila que los sudafricanos negros podían estudiar y subir en la escala social, aunque eran discriminados por su piel al igual que los mulatos, hindúes y asiáticos de todo tipo.

Tampoco se hace mucho o ningún énfasis en su alianza con los comunistas ni se menciona que ordenó la campaña de terrorismo por la cual fue condenado y permaneció más de dos decenas de años preso.

“…ha llamado la atención el tono hagiográfico de los retratos de Mandela: el ex presidente sudafricano sería un ser impoluto, clarividente y pacífico, un estadista a lo Gandhi que fue capaz de acabar con el odioso apartheid y llevar la paz, la justicia, la reconciliación y la prosperidad a su país gracias a su actitud no violenta, generosa y firme a la vez."

Esta historia rosa tiene, como mínimo, un problema: no es verdad. Porque Nelson Mandela, como líder del Congreso Nacional Africano, tuvo responsabilidad en actos terroristas y asesinatos políticos, no sólo contra los blancos sino contra negros, principalmente zulúes, contrarios a su política (es cierto, no obstante, que en comparación con quien fue su esposa, Winnie, Mandela sale bastante bien parado). No fue casualidad que en 1962 la Unión Soviética le concediera el "prestigioso" premio Lenin de la paz.


Se construyó el mito e incluso muchos cubanos, exiliados o no, lo ven como paradigma de la libertad aunque su apoyo al régimen castrista fue explícito y notorio, fundamentalmente basado en la ayuda militar que le prestó a la lucha del ANC por conquistar el poder en Sudáfrica y en la antigua África del Sudoeste (antigua posesión colonial alemana que la Liga de las Naciones le dio a Sudáfrica para administrar en 1915, tras finalizar la I Guerra Mundial) y hoy Namibia.

Se piensa que Mandela liberó a los sudafricanos del apartheid olvidando que fue el bloqueo mundial –éste sí realmente tal cosa—el que hizo que los Afrikáners, colonos de origen holandés que dominaban el poder político y económico, aunque antes habían sido liquidados por los colonos ingleses durante las guerras Boers, buscaran salida económica a los problemas que agobiaban a su nación.

La situación económica interna y el bloqueo mundial a Sudáfrica fueron los reales libertarios y supresores del apartheid.    

Abundan otros ejemplos mitológicos: el ex presidente de Haití Jean Bertrand Aristide, durante cuyo gobierno, también se practicó la terrible y deleznable práctica de las llantas incendiadas con gasolina colgando del cuello de los opositores.

 Aristide, presidente en dos ocasiones y expulsado del poder las dos veces por golpes de estado tiene sus detractores y defensores, así como su partido Fanmi Lavalas y es otros de los mitos de los medios (aunque ahora esté en el desván del olvido).

En el pasado no muy lejano era figura ínclita en las noticias. Se siguió su saga al ir al exilio por última vez al África, primero a la República Centro Africana y luego a Sudáfrica, donde se dejó casi de hablar de él, y tampoco es muy conocida la gestión del presidente Barack Obama para que no lo dejaran regresar a su país, Haití. Hoy allí está pero al parecer no es noticia meritoria de divulgación.

El Verdadero Aristide

“El verdadero Aristide no es una visión bonita. Aristide ha tomado prestado fuertemente de sus mentores, Nelson y Winnie Mandela y sus rufianes terroristas del  ANC (Congreso Nacional Africano). Aristide ha probado ser un ávido estudiante del estilo de violencia pandillera del ANC y ha adoptado como marca de fábrica el “collar” [Necklace] de la ANC," al que él llama ‘Pere Lebrun’. El ‘collar’ por supuesto es un terrible instrumento de tortura y asesinato que los miembros del ANC han utilizado contra miles de compatriotas negros africanos. Para los no familiarizados con este “bello instrumento”, las propias palabras de Aristide, este es una llanta de automóvil llena de gasolina o diésel que se le pone alrededor del cuello a la indefensa víctima y se le prende fuego.
Desafortunadamente para Aristide y los que maquillan su imagen, fue captado por las cámaras de televisión en una exhortación asesina incitando a sus seguidores a poner el ‘collar’ a la oposición. Filmes de televisión del discurso de Aristide en Port-au-Prince el 27 de septiembre de 1991 a sus partidarios de poner el ‘collar’ de una llanta con gasolina son un poco difícil de reconciliar con su santona imagen. Una muestra del Evangelio según Aristide: “El que finja ser uno de nuestros partidarios, sólo agárrenlo, y asegúrense que reciba lo que se merece con la herramienta que ahora Uds. tienen en sus manos (refiriéndose al ‘collar’ de llantas]. La llanta que arde –¡qué hermoso instrumento! Está en la moda. Huele bien. Y dondequiera que uno vaya, quiere olerlo”.

Los ejemplos adicionales son múltiples:

Menachem Begin ( foto de su época de terrorista), israelita judío natural de Brest en el Imperio Ruso estudió en Polonia, dirigió Irgun, un desprendimiento del paramilitar Haganah. Begin ordenó la voladura de la sede militar y administrativa británica en el Hotel King David en Jerusalem en 1946. El ataque fue ejecutado como parte de una respuesta conjunta a la Operación Agatha de los británicos durante la cual muchos judíos fueron arrestados, se incautaron armas y la Agencia Judía, de donde fueron sacados muchos documentos, fue asaltada. Irgun luego adujo que las advertencias de evacuar el hotel habían sido enviadas pero que no se les prestó atención. Murieron 91 personas, británicos,  árabes y judíos.
Begin, tras la creación del Estado de Israel fue Primer ministro a partir del 20 de junio de 1977. En 1978 Begin, asistido por el Ministro de Relaciones Exteriores Moshe Dayan y el de Defensa Ezer Weizman, vino a Washington para negociar los Acuerdos de Camp David, que condujeron al tratado de Paz Israel-Egipto de 1979 con el presidente egipcio, Anwar el Sadat, quien pagaría con su vida el 6 de octubre de 1981 la acción, siendo ultimado por un grupo de militares de la Hermandad Musulmana en una parada militar en el Cairo.

Podemos mencionar sin entrar en muchos detalles al Emperador  de Japón Hirohito quien tras la II Guerra Mundial continuó en el trono del Imperio del Sol Naciente mientras que Hideki Tojo, su primer ministro, fue juzgado, condenado a muerte y ahorcado el 23 de diciembre de 1948, acusado de ser el máximo responsable del ataque japonés a Pearl Harbor el 7 de diciembre de 1941, que llevó a la Guerra en el Pacifico a Estados Unidos de América.

Por otra parte, la prensa cubana tuvo mucho interés en Ahmed Ben Bella, primer presidente de Argelia a quien veía como carismático líder de la insurrección argelina contra los colonialistas franceses. Argelia fue la primera gran aventura militar cubana cuando Efigenio Almejeira al mando de fuerzas militares colaboró con armas y hombres en la Guerra Argelia-Marruecos. Ben Bella estuvo de visita en Cuba en 1962 y fue recibido con vítores y gritos rítmicos musicales de ¡Ben Bella,  Ben Bella! por los jóvenes miembros de la UJC del Ministerio de Comunicaciones al desfilar por la Calzada de Rancho Boyeros procedente del Aeropuerto del mismo nombre. Ben Bella, al parecer era bien visto por el Gobierno cubano. No obstante cuando Ben Bella fue depuesto por un golpe militar de su ex compañero en el Frente Nacional de Liberación (FNL) Coronel Houari Boumedienne, quien primero lo tuvo prisionero en su propio hogar y años después le permitió exiliarse en Suiza, desapareció de los medios de prensa cubana y más nunca tuvo relevancia noticiosa. Argelia y Cuba vivieron algún tiempo de agrias relaciones donde incluso Fidel Castro se burló  públicamente en la Plaza de la Revolución de Abdelaziz Bouteflika, íntimo amigo de Ben Bella y su Ministro de Relaciones Exteriores haciendo un rejuego con su nombre, que resuena como el inglés ‘butterfly’ [mariposa]. Bouteflika continuó en su cargo con Boumedienne y tuvo su choque con la Justicia al acusársele de un desfalco millonario por el que fue condenado; no obstante nunca restituyó la suma millonaria total de la que se había apropiado y solo lo hizo en parte.

Pudiéramos continuar con los ejemplos de mitos creados por los medios o apoyados por éstos. Sólo dos ejemplos fundamentales: Adolfo Hitler y Benito Mussolini.

Sucintamente ambos dictadores fueron aplaudidos estruendosamente por su pueblos a los que llevaron a la destrucción durante la Segunda Guerra Mundial. Hitler con los vociferantes ‘Sig Heil’ al Führer de las muchedumbres alemanas –que luego alegaron nunca fueron nazistas o seguidoras del nationalsocialismus (nacionalsocialismo). Mussolini –Il Duce—líder del Partido Nacional Fascista recibía iguales aclamaciones  desde su balcón favorito --"el balcón de Mussolini" – de donde lanzaba sus histriónicos discursos a la multitud en el Palazzo di Venecia, en la Plaza del mismo nombre  en Roma.

Mussolini había sido socialista y dirigente máximo de este partido en Italia, y exiliado en Suiza se codeó con Vladimir Illich Lenin cuando ambos estaban allí.
‘Il Duce’ [el Líder] gobernó a Italia de 1922 a 1943 en que fue destituido por el Rey Vittorio Emmanuele III y sustituido por el Mariscal Pietro Badoglio. Mussolini fue detenido por órdenes del Rey aunque más tarde fue liberado el 12 de septiembre de 1943 por  un comando nazi al mando de Otto Skozerny, SS-Obersturmbannführer de la Waffen-SS en la II Guerra Mundial. Mussolini formó en el norte de Italia la República Socialista Italiana hasta su muerte, mientras trataba de escapar a los Alpes [otros dicen que a Suiza], por partisanos comunistas el 29 de abril de 1945 y colgado por los tobillos en una gasolinera Esso en Piazzale Loreto en Milán.

Adolfo Hitler: su caso es extremadamente conocido desde su ascensión al poder tras haber estado preso por su putsch tratando ganar el poder  y escribir en prisión Mein Kampf (Mi Lucha). Durante su juicio por el putsch de Múnich, Hitler pronuncio un alegato que años más tarde resonaría en los oídos de los cubanos en boca del “líder” Fidel Castro Ruz: "Pronúnciennos culpables mil veces que la diosa de la corte eterna de la historia sonreirá y romperá en pedazos las decisiones del fiscal del estado y el veredicto de la corte porque [la historia] nos absolverá." Adolf Hitler

El Mariscal Paul von Hindenburg presidente de la República de Weimar (Alemania) lo nombró Canciller en 1933 tras haberse negado a hacerlo en varias oportunidades.

Su trayectoria política y personal es harto conocida y sobre todo su odiosa y horrenda filosofía de exterminar a los judíos alemanes, luego extendida a las otras naciones que lo apoyaban o que habían sido conquistadas.

Ambos, Mussolini y Hitler tuvieron enorme impacto en el mundo del siglo XX y aunque fueron derrotados estruendosamente en la Guerra Mundial II, aún hoy tienen partidarios y son ideolizados por múltiples gentes, que incluso en el caso de Hitler llegan a negar la existencia del Holocausto judío donde millones de personas, tras ser perseguidas y maltratadas fueron exterminadas con extrema eficiencia típica alemana en los hornos de los campos de concentración.   

Mussolini logró victorias militares a principios de su carrera cuando tras la segunda guerra contra Abisinia (Etiopía) hizo coronar al Rey de Italia emperador etíope y Rey de Albania, títulos a los que luego tuvo que renunciar.

No obstante el apoyo a Mussolini brindado por  el Rey italiano este no tuvo que afrontar juicio o prisión por sus actos. Sólo al perder la guerra abdicó en su hijo Umberto. No obstante, la monarquía italiana fue abolida e Italia pasó a ser una República.

Fidel Castro Ruz: El autoproclamado Máximo Líder fue durante mucho tiempo el favorito de los medios cubanos de prensa e incluso de otros países del mundo. Aún hoy, tras más de 50 años de gobierno absolutista, tiene defensores que lo proclaman como salvador de Cuba aun cuando los hechos indiquen lo contrario. Sin duda carismático individuo que se cuida hasta el último detalle en sus apariciones públicas –por ejemplo muy rara vez ha aparecido con espejuelos aunque sea tremendamente miope y practica en privado los gestos y posiciones que luego usará en sus prolongados discursos.

Sin importar la realidad política, económica y social de la antigua próspera república de Cuba gran parte del mundo y la mayoría de los medios de comunicación del planeta lo proyectan en una dimensión distinta a la realidad cubana como magnífico dirigente e importantísimo gobernante que ha influenciado los momentos históricos mundiales, desde su asalto al Cuartel Moncada –donde dicho sea de paso ni siquiera entró--  su permanencia en la Sierra Maestra, la derrota de los cubanos anticastristas en Bahía de Cochinos, la Crisis de los Cohetes en octubre de 1962 y luego como fuerza decisiva en las guerras africanas de Angola, Mozambique, el Cuerno de África, etc.

Se creía que su ausencia o desaparición física desencadenaría un cataclismo político en Cuba lo cual no ocurrió,  al enfermarse y dejar, al parecer, la más alta posición en el gobierno de Cuba.

Fue sustituido por su hermano, nombrado de dedo, Raúl Castro Ruz quien ni remotamente tiene su carisma ni goza de la ascendencia que ejercía su hermano mayor Fidel  en la escena política cubana, bajo su férrea férula durante decenas de años. Aunque durante años Fidel Castro ha tratado de mostrar a su hermano Raúl, como dirigente preclaro y activo partícipe de la revolución castrista un sólo hecho demuestra que ‘no es tan fiero el lobo como parece’ o se presenta.

Se ha documentado que en el ataque al Cuartel Moncada en 1953, Raúl, no estuvo directamente involucrado en el hecho sino que ocupó el Hospital ‘Saturnino Lora’ de Santiago de Cuba, acción paralela a la del Moncada conjuntamente con el asalto al Cuartel de Bayamo. Tras ser hecho prisionero por las fuerzas gubernamentales, al huir del hospital Saturnino Lora, se le practicó a Raúl Castro la conocida prueba de la parafina para saber si había rastros de pólvora en sus manos tras disparar –presuntamente—un arma de fuego. La prueba dio resultado negativo. Raúl no había disparado un arma, todo documentado en el libro el Asalto al Moncada del Dr. Antonio de la Cova.

Lamentablemente, no obstante los casos que demuestran fehacientemente que los medios de prensa idolizan a quien quieren proyectar como figuras sin tacha o meritorias de admiración, la prensa tratará en todos los casos de promover a quienes sus intereses necesitan, creando mitos que más adelante la ‘historia’ recogerá como adalides.