viernes, enero 20, 2017

Juan Juan Almeida . Vicealmirante y Ministro del Interior Julio Cesar Gandarilla Bermejo estrena mandato en el MININT con nueva ordenanza


Gandarilla estrena mandato en el MININT con nueva ordenanza

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Tiene el vicealmirante Gandarilla sobrada experiencia en perseguir militares, viene de la CIM y un doctorado en Control Interno; pero el MININT no es las FAR, es uno de esos territorios donde no es fácil imponer nuevas normas.
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Por Juan Juan Almeida
Enero 18, 2017

Horas después de que la administración Obama dijera adiós a lo que fuera la política "pies secos, pies mojados"; en Cuba, el recién nombrado Ministro del Interior, el nuevo hombre encargado de custodiar los secretos y la seguridad del Estado, Julio Cesar Gandarilla Bermejo, ordena frenar, revisar y castigar a todos aquellos militares que, en cumplimiento de la ley, cometan excesos y/o abusos en el trato a la población, a los procesados, a los presos, e incluso a quienes el gobierno llama "miembros de grupúsculos contrarrevolucionarios".

La sorprendente ordenanza no solo llega en el marco de un proceso de normalización de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba, también aparece en el momento justo en que se dispara la incertidumbre de muchos cubanos cuando, de sopetón, cerraron la válvula y redujeron el escape.

Apenas se conoció la noticia de la derogación de la política “pies secos, pies mojados”, destinada a detener el éxodo de cubanos hacia EEUU, la presión dentro de la isla no se hizo esperar. Esta oportuna medida, u oportunista reacción, pretende sacar provecho para proteger al sistema y la seguridad nacional, callar a quienes atacan al gobierno mostrando las constantes violaciones a la justicia individual, y evitar a toda costa el descontento popular.

A pesar de Gandarilla tener hoy todo a su favor, se originaron algunas turbulencias de opinión entre los oficiales que se mofan del vicealmirante diciendo que es el único marinero que no sabe nadar, y que su vertiginoso ascenso se debe a una relación personal con el general Raúl Castro, quien después de probar su confianza como pareja en maratónicos torneos de dominó, y de valorar su activa participación en importantes cacerías y arriesgadas pesquerías, primero lo nombró jefe de la Dirección de Seguridad Personal (DSP) de las FAR (que no se debe confundir con la DSP del MININT porque, aunque parezca lo mismo, no es igual), luego lo ascendió a jefe de la Contrainteligencia Militar (CIM), más tarde a Viceministro primero del Interior y por último a Ministro, haciendo el mismo recorrido que su doblemente antecesor el difunto general Carlos Fernández Gondín.

¿Podrá el nuevo Ministro hacer cumplir la nueva disposición?

Julio César Gandarilla es un “cuadro” de Raúl. Vive con cierta modestia, junto con sus hijos (uno cardiólogo y el otro militar) en el número 44 de calle La Torre en el capitalino Nuevo Vedado, casi frente al edificio que por años ocupó el clan Castro Espín. No se le conocen excesos, es un hombre solitario, desconfiado, de risa difícil y buen comer. Es oportuno conocer que cuando era jefe de la CIM salió a escena por sus interesantes críticas reformistas a los métodos que hicieron sobresaturar la población penal de Cuba y a la total ausencia de rehabilitación social de los presos. Yo personalmente no creo que tenga el poder para detener la represión, como mucho, y con mucho esmero, puede que consiga controlar los excesos que cometen cientos de represores.

Tiene sobrada experiencia en perseguir militares, viene de la CIM y un doctorado en Control Interno; pero el MININT no es las FAR, es uno de esos territorios donde no es fácil imponer nuevas normas.