domingo, febrero 12, 2017

La revolución de la honradez. Carlos Alberto Montaner opina sobre la base de lo que está ocurriendo con el caso Odebrecht

 T V Libertad
Published on Feb 9, 2017
Daniel Torres y Julio M. Shiling abordan los temas Oderbrecht, corrupción, Santos y acuerdos con el ELN en Programa "En Contacto" transmitido el 9 de Febrero, 2017 por Mega TV (Canal 22 de Miami), conducido por el presentador y periodista Daniel Torres y Julio M. Shiling, Director de Patria de Martí.

Oderbrecht, corrupción, Santos y acuerdos con el ELN



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Tomado de http://www.elblogdemontaner.com

La revolución de la honradez

Por Carlos Alberto Montaner
11 de febrero de 2017


Parece que el siglo XXI no será el de otro socialismo trasnochado, como pretendían algunos descerebrados empedernidos, sino el de la honradez, compañera imprescindible de la democracia liberal.

Me explico.

Odebrecht es el nombre de la mayor compañía de construcción de América Latina y una de las más eficientes. Lo novedoso no es que pagara sobornos millonarios en toda América, una práctica endémica en nuestra cultura, sino que ese delito se convirtiera en un escándalo internacional y llevara a la cárcel a decenas de funcionarios corruptos y a los directivos que aportaban las coimas. Eso es rarísimo.

Lo extraño es que el ingeniero Marcelo Odebrecht, heredero y cabeza de una empresa brasileña con 167 000 trabajadores, que opera en 60 países, acabara tras la reja condenado a 19 años de cárcel por haber hecho negocios fraudulentos, muchos de ellos vinculados a las trampas cometidas en la asignación de los contratos de Petrobrás, el gigante petrolero de su país.

Odebrecht repartió dineroprofusamente “bajo la mesa”. En su país, en época de Lula da Siva y Dilma Rousseff, 349 millones. En la Venezuela de Chávez, 98. En la Argentina de los Kirchner, 35. En el Ecuador de Rafael Correa, 33 (más que los “socialistas del siglo XXI” son los peores pillos del siglo XXI). En Panamá, 59. En República Dominicana, 92, en Perú, 29. En Guatemala, 18. En Colombia 11 y en México algo más de 10.

(Marcelo Odebrecht)

El total es de casi 800 millones de dólares entregados en sobornos a cambio de miles de millones de dólares adjudicados a la compañía por medio de contratos amañados. Coimas por las que la empresa ha aceptado pagar una multa en Estados Unidos de 3500 millones, de los cuales casi un tercio corresponden a Braskem S.A., una enorme filial de Odebrecht dedicada a la petroquímica.

¿Por qué Marcelo Odebrecht y otros ejecutivos revelaron sus delitos? Porque hace unos años se aprobó una ley en Brasil que rebajaba las penas de los condenados si colaboraban con la justicia. No fue un súbito ataque de mala (o buena) conciencia, sino una maniobra legal para salir del infierno de las cárceles brasileñas.

De alguna manera, esta violenta sacudida ha venido en auxilio de la vapuleada democracia liberal. La idea de que todos somos iguales ante las leyes presupone que todos estamos obligados a cumplirlas, y no hay duda de que en las tres cuartas partes del planeta, incluida casi toda América Latina, ese principio no se respeta.

La impunidad con que los políticos electos o los funcionarios de más alto rango violan la ley y se convierten en millonarios, tiene al menos dos efectos devastadores en la ciudadanía. Por una punta, genera una atmósfera de cinismo total ante un método de gobierno que postula la sujeción a la ley, pero los políticos y funcionarios que lo administran practican lo contrario. Y por la otra, provoca la imitación en cascada de la corrupción. “¿Si mi jefe se enriquece ilegalmente con estos negocietes por qué yo no voy a hacer lo mismo?”.

Muchos funcionarios menores, tras las huellas del mal ejemplo de sus superiores, venden los trámites a su cargo: los burócratas cobran por gestionar asuntos que deberían ser gratis, o por agilizar pagos legítimos; los policías negocian las multas, revenden la cocaína confiscada o se colocan discretamente en las nóminas de las mafias, y así hasta el infinito.

¿Cómo extrañarse de que la mitad de la policía mexicana – 250 000 personas – fuera corrupta cuando la casi totalidad de la jerarquía política de ese país incurría en hechos parecidos, pero mucho más costosos, que afectaban a una sociedad desmoralizada que acaba pechando con el sobreprecio?

Hace años, el hermano de un notable político español acusado de un delito de tráfico de influencias se hizo famoso con una frase reveladora que obtuvo la benévola comprensión de la sociedad: “Qué pasa, ¿es que siempre van a robar los mismos?”, dijo. El problema más grave de que roben algunos impunemente es que acaba robando todo el que puede.

Uno de los mejores pensadores norteamericanos contemporáneos, Douglass North, muerto en el 2015, Premio Nobel de Economía (1983) por haber demostrado la relación entre el funcionamiento de las instituciones de Derecho y la prosperidad, en uno de sus últimos ensayos explicó que las naciones podían dividirse en dos grupos, uno de “acceso abierto”, relativamente pequeño, y el otro, mucho mayor, de “acceso limitado”.

Las de acceso abierto, encabezadas por Estados Unidos y seguidas paulatinamente por las 25 más exitosas, fundamentaban su funcionamiento y el éxito de los individuos en la meritocracia, el mercado y la sujeción a la ley. Las de acceso limitado, en los contactos personales y la violación de las reglas. De ahí las diferencias en los resultados entre unas y otras.

En las de acceso abierto, a la mayor parte de las personas no les molesta que Bill Gates o Warren Buffett se hayan hecho inmensamente ricos operando dentro de las normas, pero no toleran que un sujeto se beneficie de las ventajas del sistema y se enriquezca haciendo trampas. Esto no quiere decir que no haya bribones, sino que se les combate y desprecia.

En las de acceso limitado “quien tiene padrinos se bautiza”. En ellas se comete todo género de tropelías e inmundicias en medio de sociedades encharcadas en la corrupción y anestesiadas por la impunidad con que operan los “triunfadores” elegidos por el poder político, perpetuando el círculo vicioso de empresarios que se enriquecen comprando políticos y viceversa.

Esto es lo que está cambiando ante nuestros ojos. Muchas sociedades están mudando la piel y en medio de grandes escándalos pasan a trompicones del acceso limitado al abierto, espoleadas por jueces probos dispuestos a limpiar la sentina, caiga quien caiga.

La gran revolución del siglo XXI es la de la honradez. Poco a poco el relato y la práctica se irán acercando. Tomará cierto tiempo, pero sucederá. Ya está ocurriendo.
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ALGUNOS COMENTARIOS DEJADOS


Si el asunto es cultural, tal parece que otras culturas estan gravitando sobre la sociedad de Canada. En los ultimos años varios primer ministers y otros politicos han estado envueltos en escandalos de corrupcion; Preparan un juicio, unas cuantas lagrimas y palabras de arrepentimiento y ya esta; En las sociedades del primer mundo tambien se roba, lo que a diferencia del tercer mundo, se hace con guantes blancos. Los gringos tienen una frase magica para el perdon, el borron y cuenta nueva: I AM SO SORRY!!!! Y se San Acabo!!!! Ningun politico canadiense ha sido encarcelado por corrupcion y si un infeliz se roba en una tienda un chocolate, ahi mismo se acabo el mundo. El primer ministro Brian Mulroney estuvo implicado en un plan de retrocesos para comprar aviones de Airbus para Air Canada, se embolsillo unos milloncitos y no paso nada. Otro prime minister, Jean Chretien a fines de los años 80 envuelto en el escandalo de Shawinigate, se embolsillo unos cuantos billetes y no paso nada,

Frank Card

1 Comments:

At 3:37 p. m., Blogger Frank Card said...

Si el asunto es cultural, tal parece que otras culturas estan gravitando sobre la sociedad de Canada. En los ultimos años varios primer ministers y otros politicos han estado envueltos en escandalos de corrupcion; Preparan un juicio, unas cuantas lagrimas y palabras de arrepentimiento y ya esta; En las sociedades del primer mundo tambien se roba, lo que a diferencia del tercer mundo, se hace con guantes blancos. Los gringos tienen una frase magica para el perdon, el borron y cuenta nueva: I AM SO SORRY!!!! Y se San Acabo!!!!
Ningun politico canadiense ha sido encarcelado por corrupcion y si un infeliz se roba en una tienda un chocolate, ahi mismo se acabo el mundo.
El primer ministro Brian Mulroney estuvo implicado en un plan de retrocesos para comprar aviones de Airbus para Air Canada, se embolsillo unos milloncitos y no paso nada. Otro prime minister, Jean Chretien a fines de los años 80 envuelto en el escandalo de Shawinigate, se embolsillo unos cuantos billetes y no paso nada, alego que no se acordaba muy bien como habian sido las cosas, en el 2012 los senadores Mike Duffy, Mac Harb, Pamela Wallin, Patrick Brazeau y otros reclamaron gastos de viaje y vivienda del Senado por los que no eran elegibles, se embolsillaron unos cuantos billeticos y tampoco paso nadita y recientemente una investigación sobre el primer ministro Justin Trudeau que implica vacaciones de la Navidad a una isla en las Bahamas poseída por el Aga Khan parece que no tiene importancia.Estos son solo unos ejemplos.
La pregunta ha hacerse en cualquier latitud seria: Por que las personas se vuelven politicos? Porque la politica da poder y como dijera Lenin, cualquier cosa es insensata menos el poder, con el poder se puede todo, incluyendo robar sin ser questionado. Ingenuo quien piense que en ciertas latitudes o culturas los politicos no roban.
CAM, olvidastes enlistar cuanto dineroprofusamente repartió “bajo la mesa” Odebrecht a Raulito Castro en la construccion del Puerto del Mariel en la epoca de Dilma.

 

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