sábado, julio 29, 2017

Alberto Roteta Dorado: El Quinche inmerso en el dolor tras el asesinato de tres mujeres cubanas en Ecuador


El Quinche inmerso en el dolor tras el asesinato de tres mujeres cubanas.

Por Dr. Alberto Roteta Dorado
29 de julio de 2017

Naples. Estados Unidos.- El término Quinche tiene su origen en la lengua Quechua – aun activa en parte de los Andes suramericanos-, y quiere decir Monte del Sol. Es el nombre de una pequeña parroquia rural que se eleva a casi 3000 metros sobre el nivel del mar y se encuentra situada a unos 60 kilómetros al noreste de Quito, la capital ecuatoriana. 

Su principal atractivo resulta ser una pieza en madera que representa una de las tantas advocaciones de la Santísima Virgen, en este caso como la Virgen del Quinche. La imagen es una fina talla en madera de cedro de 62 centímetros de alto, tallada en el siglo XVI por don Diego de Robles, un artista de la escuela quiteña de arte.

Se encuentra vestida con un amplio y lujoso ropaje de brocado cubierto de gemas, y bordado con hilos de oro y plata, por lo que su rostro moreno es lo único que logra verse. En su mano derecha soporta un cetro – cual símbolo del poder-, mientras que con la izquierda sostiene al divino niño dispuesto a bendecir en la medida en que sostiene una esfera de oro coronada por una cruz, lo que evoca las tradiciones de la virgen y el niño del cristianismo, y de manera general, de aquellas religiones que tienen establecido el culto al aspecto femenino de la divinidad y al hijo monógeno.

A los pies de la imagen se encuentran la peana y la gran media luna, ambas construidas con plata pura, y las pesadas coronas imperiales de oro y piedras preciosas, como expresión de la devoción y la generosidad del pueblo ecuatoriano que adora la santa imagen de su patrona siempre resplandeciente.

Desde hace más de cuatro siglos se entonan cánticos dedicados a la Virgen del Quinche, los que son cantados en quechua, en jíbaro, en castellano y en otros dialectos de la zona. Los indígenas le llaman “La Pequeñita” por el diminuto tamaño de la adorada virgen. Cada año durante las festividades conmemorativas en su honor se dan cita miles de devotos que llegan en marcha al amanecer, los que han partido desde Calderón, otro poblado cercano a Quito, durante la noche anterior.

La última construcción del templo se remonta al año 1905 y su consagración al año 1928. La imagen fue coronada canónicamente en 1943 y su fiesta se celebra el 21 de noviembre. En 1985, Roma declaró al Quinche Santuario Nacional del Ecuador; aunque la imagen de su virgen ha estado por alrededor de cuatro siglos en otras edificaciones que precedieron al templo actual para la adoración de sus miles de fieles. 

Justo en el Campo Mariano, adjunto al Gran Santuario del Quinche, el pasado domingo 23 de julio, a las once de la mañana, en medio de la gran solemnidad que la ocasión merece, entre el incienso capaz de despertar los sentimientos de amor y devoción de los fieles, y los nostálgicos cánticos litúrgicos, el párroco del sagrado santuario pronunciaba con voz entrecortada los nombres de Yudelkis Benítez, Lázara Gretter Rodríguez y Yudeisy Zamora. 

Una multitud de pobladores del Quinche, en su mayoría indígenas se conmovían ante algo que parecía increíble. Se oficiaba la Santa Misa por el alma de tres mujeres cubanas cruelmente asesinadas en esta parroquia. Las huestes de querubines y serafines se acercaban para auxiliar en la quietud de aquellas almas que se desprendieron de unos cuerpos brutalmente agredidos por un despiadado asesino que luego se inmoló. 


Foto del oficio religioso del domingo 23 de julio en el Campo Mariano del Quinche. (Cortesía de Alianza Nacional Cubana de Ecuador, ANCE.)

Yudelkis, Lázara Gretter y Yudeisy llegaron a la nación andina como tantos cubanos que asumen la migración como una vía de escape de sus penurias y ausencia de libertades. Tal vez el sueño americano quedaría latente al no disponer de los medios necesarios, o simplemente al faltarles el valor para enfrentar una dura travesía en la que decenas de cubanos han perdido sus vidas. 
Yudelkis, de 44 años, psicóloga de profesión, trabajadora de un colegio en las afueras de Quito, se había logrado insertar en la vida social de la comunidad de gente noble y pobre del Quinche a pesar de su corta estadía por estos lares. Sus dos jóvenes hijas, Lázara Gretter de 21 años, y Yudeisy de 15 años, le acompañaban en el difícil sendero de los emigrados y en el sustento diario. Ambas estudiaban y la mayor se preparaba para emprender estudios superiores. 

De manera paradójica, en el pequeño poblado de marcado acento mariano en el que sus pobladores promueven el culto al lado femenino de la divinidad a través de la Virgen del Quinche como advocación a María, fue cometido uno de los actos más crueles de los últimos tiempos.
En la madrugada del 17 de julio en la calle Olmedo un joven de origen ecuatoriano las sorprendió y las agredió brutalmente hasta dejarlas muertas. La casa fue incendiada y las mujeres fueron halladas con quemaduras originadas por el fuego y múltiples heridas por arma blanca. 

Las autoridades policiales confirmaron el triple asesinato por parte de un ciudadano ecuatoriano que había mantenido una relación amorosa con Lázara Gretter, la mayor de las hijas. El joven se lanzó al vacío desde el segundo piso de la casa luego de autoinfligirse una herida con arma blanca en su abdomen, con lo que ponía también fin a su vida terrenal. 

Estas muertes se añaden a la lista de los crímenes machistas en Ecuador. En lo que va de año ya han sido asesinadas 79 mujeres por parte de sus parejas o exparejas. La delincuencia, drogadicción, violencia, machismo, discriminación y xenofobia son comunes en la nación andina, en la que viven cientos de cubanos.  


La página de la Embajada de Cuba en Ecuador publicaba una escueta nota en la que se pronunciaban lamentándose “por el fallecimiento de tres ciudadanas cubanas asesinadas en la parroquia El Quinche en la ciudad Quito”. Luego reproducían sus nombres y su lugar de origen: “municipio Ciro Redondo en Ciego de Ávila”, y declaraban que se ocuparían de los trámites en relación con el traslado de sus cenizas hacia Cuba: “La Embajada de Cuba transmite sus condolencias a los familiares y amigos de los ciudadanos fallecidos, a quienes apoyará en todos los trámites y gestiones legales correspondientes. Asimismo, reitera su compromiso con la comunidad cubana residente en Ecuador”.

Los miembros del grupo Alianza Nacional Cubana de Ecuador se solidarizaban con tan penoso acto y convocaban a la Santa Misa que se ofició por sus almas: “Hermanos cubanos, los vecinos de la Parroquia del Quinche, sus autoridades religiosas y la presidencia del gobierno parroquial oficiarán el próximo domingo 23 de julio, a las 11: 00 am., una MISA por nuestras tres hermanas cubanas asesinadas. El pueblo del Quinche en este momento recauda fondos para la cremación y repatriación de sus cenizas. El domingo durante la misa, aquellos miembros de la comunidad que deseen aportar al esfuerzo iniciado por hombres y mujeres ecuatorianos del Quinche tendrán la oportunidad de dar su apoyo. Unidos en el dolor y la oración, cubanos y ecuatorianos asistirán a MISA, comparte y únete”. Alianza Nacional Cubana de Ecuador. 

La lamentable pérdida de nuestras compatriotas se une a la interminable lista de cubanos que han perdido sus vidas en el contexto del fenómeno migratorio cubano, el que resulta estar desencadenado por la existencia de la peor dictadura del continente durante el siglo XX y los primeros años del XXI.
En este caso particular se describe un motivo y se encontró a un culpable. Se trata de un crimen pasional cometido por parte de alguien que fuera de control arremetió hasta contra su propia vida; pero de cualquier modo, las mujeres cubanas han sido víctimas de las atrocidades de la migración y del régimen comunista de Cuba, de donde tuvieron que salir para lograr su subsistencia, lo que deberá ser considerado dentro de los crímenes de lesa humanidad por los que debe responder la dictadura castrista.